4:41 p. m.
Hoy te veo y hablamos, después de mas de 12 años, fuiste tu, papá quien hizo esa elección, fuiste tu quien se alejó y jamás quiso volver…pero hoy es hoy y antes del término del 2006 la vida quiso juntarnos, la vida, la magia, el destino…quizás, tu accidente en auto el 24, el olvido de tus llaves, los regalos que fui a dejar a casa de mi hermano, tu quisiste pasar el mismo día y a la misma hora, hacía calor a pesar de que ya atardecía. Y me miraste pero no me viste, ahí estaba yo con mi hija al lado, sentadas en una banca de la plaza, tu hija a la que no veías hace años, tu nieta que no conocías y en un momento te acercaste y yo extendí mi mano y como si te hubiera visto el día anterior te dije “ Hola!...como estás?”…….algo desconcertado me mirabas y parco y seco como siempre fuiste, tu solo dijiste “bien, gracias y tu, has madurado?” Así comenzó el diálogo en la plaza, mientras en la casa de mi hermano se vivía con expectación el reencuentro, más tarde conversamos mucho, recordamos cosas que yo no quería recordar, revivimos situaciones que tu querías olvidar, coincidimos en los errores que tu y mi madre cometieron y en la inmadurez que me llevó a cometer también los míos, aclaramos puntos, me mostré tal cual soy, aún con el riesgo de “no gustarte” y de que quisieras alejarte otra vez, pero así soy, así pienso, como tu me viste y oíste esa tarde, ya tengo 33 años de vida, de dolores, de alegrías, de aprendizaje, de amor, de sueños. Ahora soy yo, más de lo nunca lo fui, se lo que quiero y lo que no, aprecio mucho mas la vida y a quienes amo y por eso a quien sea que deba agradecer este reencuentro….se lo agradezco.
Pero la vida nos da y nos quita siempre, al parecer jamás ganamos algo sin perder un poco de otra cosa y en el mismo momento en que estoy mirándote y hablando contigo, me cuentas algo que mi mente y mi corazón no son capaces de entender sin sentir un profundo dolor, escucho tus palabras dichas con suavidad, se que no las dijiste para causar tristeza, pero es inevitable. Y al secarme las lágrimas y tomar un segundo vaso de agua, logro volver a pensar y coordinar de nuevo las palabras….¿es cierto lo que acabas de decir?.....duele, duele mucho ¿porque nunca nadie me lo dijo antes?.....porque mi madre no pudo decírmelo? ¿Por qué? Demasiadas preguntas que no hago, porque no te corresponde a ti responder y duele la mentira, duele la falta de confianza, arden las heridas de niñez, cuando trataba de encontrar el motivo para la falta de cariño de tu familia, papá. Ahora es tan claro, por eso jamás pudieron quererme, por eso el tiempo que viví contigo y tus hermanas fue tan duro, tan falto de cariño.
Es extraño, todo tan gris y difuso, ahora que he “recuperado a mi padre”, resulta que en esencia….no lo eres. Dices que yo ya existía cuando conociste a mi madre, dices que solo te bastó verme para enamorarte de mi y amarme con locura, dices que accediste a darme tu apellido por amor, por un enorme amor, porque te conquisté al instante, porque me quisiste de inmediato…….y yo, papi, agradezco tanto que lo describas así, valoro tanto que insistas con tu amor, porque dicho de esa forma, me siento algo menos engañada, algo menos vulnerada, un poco más agradecida de la vida, pero a la vez surge como un grito estridente, dentro de mí la necesidad de saber, si! ¿Quiero saber quien fue o es mi papá?.......desde niña todos siempre me decían que yo era idéntica a mi mamá, pero ahora quiero y necesito saber ¿quien era el?, hay rasgos suyos en mi?.....mi personalidad se le parece?, te quiso mi verdadero padre, mamá?, se amaron o solo fui un accidente? Hasta ahora solo se, que si, se amaron mucho, que el estuvo presente los primeros meses de embarazo, que quizás alcanzó a acariciar tu barriga, mientras yo crecía dentro. Se tan poco y necesito tanto conocer más.
Y mientras todas estas preguntas, se mezclan con las respuestas imprecisas y vagas de ese hombre que está sentado frente a mi, a quien toda mi vida creí mi papá (aunque así fue, bueno o malo, el fue mi papá) mientras mi cabeza se llena de dudas y mi alma se nubla y entristece por la decepción que siento al comprobar que las mujeres que me forjaron como ser humano, a las que les debo en gran medida mi manera de ser y pensar, ellas mis viejitas amadas y mi tía, no pudieron contra la voluntad de mi mamá, para ocultar una verdad que yo tenía todo el derecho a saber, me ahogo en lágrimas, que seco rápidamente cuando mi hija entra en la casa y me pregunta algo o me pide agua. Ella juega feliz con su primo, ella todo pureza, una niña bella y dulce que aún no sabe que hasta los padres a veces podemos llegar a mentir y callar verdades, mi niña alegre y juguetona…y yo la miro y me prometo en silencio que jamás le mentiré, que no tendré secretos que puedan afectar su vida, que como hasta hoy hago, seré consecuente, seré sincera, cumpliré mis promesas, te amaré incondicionalmente hija mía y espero desde mi alma, jamás causarte la pena y el dolor que mi mamá me está haciendo sentir hoy.
Esto lo viví hace pocos días, siempre supe que tenía que escribirlo, porque sería la mejor forma de asumirlo, enfrentarlo y sobre todo de calmar un poco la pena y el dolor que han invadido mi corazón, me he llenado de dudas, de incertidumbres, de inquietud, de ansias de saber más, de miedo porque quizás ya sea tarde para “saber”, pero no descansaré en mi intento. Demoré unos días en decidirme a llevar mi experiencia y mi sentir al “papel virtual”, pero ahora se que debo hacerlo, me siento un poco mejor, estoy en un difícil proceso de asumir esto, de conversar con mi tía, quien me ha contado todo lo que sabe y recuerda (que no es mucho) y ahora debo enfrentar lo que me resulta mas difícil, la conversación con mi mamá, que se hace mucho mas fría porque deberá ser por teléfono, ya que nos separan 1.800 kilómetros de distancia.
Por ahora, solo tengo un nombre y una ciudad…..Jorge Rosales, Temuco. Si existes, te busco y buscaré, tal vez solo para ver tu rostro. Si es cierto lo que me han dicho, lo que me hace doler el alma, si es verdad que fuiste asesinado los meses siguientes al golpe militar, mientras yo nacía….de todas formas te buscaré, mi corazón morirá un poco de pena y se me apretará el pecho mas de lo que hoy está, pero necesito saber que pasó contigo.