A veces el miedo me interrumpe la noche…no me gusta reconocerlo, pero ahí está…es un miedo de alas negras con encendida mirada, revolotea sobre mí, exigente y altanero…Y yo cierro los ojos, me niego a mirarlo, pero ese aleteo incesante me obliga, y lo miro…no le temo al miedo que visita mi cama…le temo a las culpas que despierta, a los sueños que intenta romper, a la vida que late dentro y que hace peligrar…quédate conmigo y dame fuerzas…a veces soy débil y temo con facilidad.
Hoy tus latidos espantaron los aleteos, me llenaste de fuerzas, aquí estás…aquí estás, ternura chiquita.
Marzo 24, 2009