Han pasado las horas y en la tranquilidad de la noche,
vuelvo a preguntarme si de verdad, ocurrió.
Mi piel tiene tu aroma, clara señal.
No estaba planeado así, no, al menos no, por mi.
Pero si era un momento esperado, deseado e imaginado, por ambos.
Ahí, tu y yo, dos botellas de agua, en el lugar menos pensado, risas
y los teléfonos impacientes sonando, afuera la calle,
tres árboles de hojas muy verdes, se veían desde la ventana.
La mesa clara, los papeles en ella, tu y tu corbata a rayas…
Y la llegada fue tan linda!...escondiendo las caras entre las manos,
mientras contábamos hasta tres…el mejor momento de la tarde, así lo siento.
Una tarde de tanto calor…. y yo tenía tanta sed.
Tus manos estaban heladas, nerviosos los dos,
no tardaron en llegar los besos, que una vez allí, no se fueron más.
Y la ropa estorba cuando dos cuerpos se llaman,
así que cada quien se quitó algo…
vuelvo a preguntarme si de verdad, ocurrió.
Mi piel tiene tu aroma, clara señal.
No estaba planeado así, no, al menos no, por mi.
Pero si era un momento esperado, deseado e imaginado, por ambos.
Ahí, tu y yo, dos botellas de agua, en el lugar menos pensado, risas
y los teléfonos impacientes sonando, afuera la calle,
tres árboles de hojas muy verdes, se veían desde la ventana.
La mesa clara, los papeles en ella, tu y tu corbata a rayas…
Y la llegada fue tan linda!...escondiendo las caras entre las manos,
mientras contábamos hasta tres…el mejor momento de la tarde, así lo siento.
Una tarde de tanto calor…. y yo tenía tanta sed.
Tus manos estaban heladas, nerviosos los dos,
no tardaron en llegar los besos, que una vez allí, no se fueron más.
Y la ropa estorba cuando dos cuerpos se llaman,
así que cada quien se quitó algo…
Y el déjame desordenarte vino a mi mente,
y cuando la corbata estuvo fuera y la camisa blanca desabotonada,
recorrí tu espalda con mis manos,
rasguñando con la suavidad de una gata juguetona.
Todo fue más de lo pensado, pero a la vez fue menos,
de lo íntimamente deseado....un aro que cae, víctima de nuestra entrega
y al hacerlo se convierte en un motivo más,para recordar esta tarde.
Tomamos un café, “me tengo que ir”….”si, yo también”,
otro beso, sonrisas cómplices, salgo….
Y mientras camino, me doy cuenta de un detalle, uno pequeñito,
de seis patas, un detalle de colores rojo, negro y naranjo,
menudito, lo sé, pero a mi me resulta tan bello,
nuestro gusto por las chinitas.
y cuando la corbata estuvo fuera y la camisa blanca desabotonada,
recorrí tu espalda con mis manos,
rasguñando con la suavidad de una gata juguetona.
Todo fue más de lo pensado, pero a la vez fue menos,
de lo íntimamente deseado....un aro que cae, víctima de nuestra entrega
y al hacerlo se convierte en un motivo más,para recordar esta tarde.
Tomamos un café, “me tengo que ir”….”si, yo también”,
otro beso, sonrisas cómplices, salgo….
Y mientras camino, me doy cuenta de un detalle, uno pequeñito,
de seis patas, un detalle de colores rojo, negro y naranjo,
menudito, lo sé, pero a mi me resulta tan bello,
nuestro gusto por las chinitas.
6 piensan así...:
UUUUUUUUUY.
Ha golvío))) y qué bien... algo tan lindo para compartir...
Un bello 'encuentro'...
A mí también me gustan las chininitas....
bueh... vendrá más, vendrá (mejor)...
Yea!"
Hola Elena!.....si, volví! y de que manera...como escribir un suspiro?, no se puede.
Un bello encuentro....no se, si vendrán mas, pero de lo que venga y de lo que no, seguiré escribiéndo.
Besito
en este blog se sigue respirando amorrrrr!!!
Un abrazo
P.S.: Cambia el banner de la achib!
ellas, las chinitas, traen buena suerte..
siempre aparecen junto a la alegría.
Marcel, se respira...y se siente.
Un abrazo cariñoso, para ti.
Ya cambié el banner de la Achib! que bien va eso, amigo.
Gonzalo, creo que ya me la dieron...
Un abrazo
Publicar un comentario