3:41 a. m.

Déjame desordenarte

Si, eso, sin corbata…vamos sácatela, si ahora no estás en tus reuniones serias, estás conmigo. Despéinate un poco, no, mejor despéinate mucho, mójate el pelo, sácate el gel, que importa si un rizo de tu pelo cae sobre tu frente? Aquí no necesitas perecer ordenado, pulcro, riguroso en extremo….¿que así es tu trabajo?, riguroso, serio, ordenado? No me cabe duda, amor, pero hoy quiero desordenarte, despeinarte, desarticularte, desarmarte, hoy te quito la corbata, el traje oscuro, la camisa perfectamente planchada…no, no quiero que te afeites, no me molesta que tu cara se sienta algo áspera, al contrario me gusta, quiero que me beses y recorras mi cara y mi cuerpo con tu barba haciéndole cosquillas a mi piel…lo quiero tanto, hoy, ahora.

No, no es necesario que te bañes ahora, no amor, te quiero hacer el amor así, tal como estás ahora, así como te veo, frente a mi…fue un día pesado? Si, lo se, el viaje, todo el día de un lado para el otro, todo el día intentando concentrarte en tus deberes, si, en esos "deberes que te reclaman", esos que te quitan tiempo para estar conmigo…Lo sé, dentro de todo lo que debías hacer, pese a tu cansancio y a estar lejos, robaste unos minutos de tu tareas, para escribirme, para regalarme besos…y yo amé que hicieras eso. Mañana lo harás también? Sabes que amo los pequeños detalles, sabes cuanto me gusta encontrar tus palabras, no dejes de hacerlo.

Pero vamos, ven aquí, desordenemos la cama? Que importan las sábanas blancas, deja que se arruguen, deja que se mojen con nuestro sudor, deja que tomen el aroma de tu cuerpo y el mío, así podré sentir ese aroma que amo, cuando te vayas. Sí deja la luz como está, quiero ver tu cara mientras me tomas, quiero ver como cierras los ojos, embriagado de mi….que importa que las almohadas se caigan, que nuestra ropa quede regada por el suelo, déjalo así…solo ven, abrázame, bésame y recórreme como lo prometiste, pega tu cuerpo al mío, como querías hacerlo hoy, mientras estabas haciendo tu trabajo, tu ordenado y metódico trabajo…cuesta ser ordenado y metódico cuando me tienes en mente, verdad?, cuando lo que mas quieres es estar conmigo, en esta cama desordenada, de sábanas arrugadas por el placer que nos damos, placer distinto, que solo tu y yo conocemos, sin corbata, sin traje, sin la camisa blanca, tan blanca y tan planchada, sin el celular que suena incesante durante el día, sin oficina, sin deberes, sin papeles que firmar, sin llamadas que hacer, sin tus diplomas enmarcados, sin tu amplio escritorio caoba...que no?...a si, es cierto, te encanta fantasear con que tenemos sexo ahí, que me tiras sobre el escritorio y me amas, ahí, en medio de tu orden, con la puerta cerrada, pero sin llave….con la adrenalina al máximo, gozando ese momento y a la vez pensando que puede entrar alguien.

Ahora quédate aquí, sobre mi pecho, déjame abrazarte, descansa de este amor inagotable, de esta pasión impetuosa, que nos tomó por sorpresa un día y que no nos dejará mas, descansa sobre mi cuerpo, te siento quieto, tibio, te siento tan mío, eres mío.

Sí, se que te gustó, te gustó demasiado verdad? ... un día de estos aparezco en tu oficina…impecable, seria y bien decorada. Me dejarías desordenarla también?

11 piensan así...:

Marcel Pommiez dijo...

EPA!!!!


¿Cómo tan desordenada? jajajaja


Buen relato...

Un abrazo

Evora dijo...

Marcel, dime si no es rico dejarse desordenar un poco, aunque sea de vez en cuando...A mi me encanta!

Te abrazo también

Hunter dijo...

Que orden más ordenado y que desorden más desordenado jajaja. De partida no te recomiendo hacer el amor entre tanto orden, no tiene gracia, entre medio de oficios, documentos esparcidos por todo el escritorio, ahi si.
Por ser tan poco romántico, querer ducharse antes de hacer el amor, merece que entre tanta armonía y pulcritud le dejes el caos jajajajaja

Evora dijo...

Hunter, el ordenado, es el, a mi me da lo mismo!!! Por mi dejo todo tirado, enredado, revuelto, desorganizado, húmedo o mejor empapado.

Si cierto?, en el escritorio mejor...

No, si no hay un "el" en esta historia, que sea poco romántico, esto le puede llegar a cualquiera.

Es que a veces hay hombres tan ricos, pero tan pernos a la hora de amar y dejarse hacer...

Dejaré el caos, igual.

Evora dijo...

Diana!!, amiga, que penita!! estaba, pero no estaba. Me explico? Estos días ando medio loca, entre los requerimientos del jardín, compras para el evento y mi cabeza y mi corazón están igual de locos.

Pucha, amiga, no alcancé a responderte por msn, lo siento tanto, tenía y tengo tantas ganas de hablar contigo. Me haces mucha falta peque. Llama, amiga, por favor.

Que rico que te gustó mi "desorden de amor"...es tan lindo provocar un desorden incontrolable en un hombre, verdad?

Miles de besitos, te extraño mucho.

Marce dijo...

no hay nada como un hombre desordenado, que invite al desorden. Son encantadores, pero muy peligrosos.
Bueno, distinto es si ud. desordena alguno, es mucho más seguro.
cariños. Gracias por tu visita.

El Navegante dijo...

Yo creo que luego de una capcidad de entrega y de pasión como lo has demsotrado, este hombre saca sus cajones del escritorio y con papeles y todo los arroja por la ventana, como para que no repimas tu concepcion tan sensual del desórden.
Un besito

Evora dijo...

Marcela...que acertado comentario, así son los hombres deliciosos que invitan al desorden, efectivamente encantadores, pero increíblemente peligrosos.

En efecto ahora soy yo ya la que quieres desordenar a un noble...je je!

Cariños también querida niña. Ven cuando quieras.

Evora dijo...

Navegante!!!, que alegría...hace un rato no nos visitábamos...como está el hombre de la escritura mágica?

Eso quiero, buena idea, que tire los cajones con papeles y todo por la venta....ja ja ja! Y de paso, que tire la corbata y el traje, los pudores que tenga, que solo se quede conmigo.

Gracias amigo, eres muy dulce, un besito de vuelta.

Roberto Arancibia dijo...

Un post precioso.
A los que amamos el desorden nos hace falta a veces un poco de orden.

Bienvenidas las diferencias, siempre.

Y gracias por la visita, por las palabras, por todo.

Evora dijo...

Roberto, no se que decir primero, ¡Que honor! o ¡Que sorpresa!...así que te diré...

Que honorable sorpresa!, que rico tenerte aquí, me alegras mucho.

Yo soy bastante ordenada, menos cuando se trata de amar, ahí el desorden poco me importa. Pero lo que mas me gusta es desordenar dulcemente a un hombre.

Si, bienvenidas las diferencias y bienvenido tu.

Gracias Roberto, nos leemos, un abrazo